No creo en la humanidad y, sin embargo,
me siento humano.
No creo en el yo y, sin embargo,
me siento humano.
No creo en los significados y sin embargo digo:
«no creo en los significados».
Es tan fácil negar, y negar
doblemente, doblemente fácil.
Sé que te admiro. Con qué paciencia
lees estos fragmentos robados
a la destrucción. Con qué paciencia
y con qué lealtad. Yo, sin embargo,
escribo, no humildemente, ansioso
y leal.
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