martes, 4 de abril de 2017

Elogio de las costumbres

Un hábito parecido al de matar
bacterias era quemar 
brujas, mujeres, y entronizar 
arcanos 
hechiceros, hombres, en absoluto 
más inteligentes. Si había latigazos, 
era por higiene. Como podar rosales 
es declarar las guerras. Hoy 
por aquí, mañana por allá,
para que la espina no crezca en dirección de la culpa
y los tallos engorden en dirección de la rosa.
Exactamente igual, no ha diferencia,
que una cisterna, un tanque, un frigorífico,
para alta diversidad de residuos (ellos, nosotros)
son algunos continentes, antes geográficos,
hoy trágicas escenas que aquí pierden su ritmo.

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