sábado, 24 de noviembre de 2012

La paranoia crece como la hierba. Hay quien la oye pasear descalza.

1 comentario:

Abraham dijo...

Los que habéis aprendido a rasurar sus instintos para que sus tobillos se deslicen con elegancia. Y no dejen huella que envidiar.
Y desaparecer furtivamente, con paciencia y en silencio. Pero, por supuesto, nunca del todo.