sábado, 24 de noviembre de 2012

Te pusiste tan sincero que no hay quien te entienda.

1 comentario:

Abraham dijo...

Uno mira las sombras del pasado en el espejo. Pero qué hay en el espejo sino presente. Lo que uno reconoce es un paisaje de estrellas que no existen, pero hablan del origen.
El origen es un idioma extraño. No pudo haber mirada en el origen. Los fantasmas no aprendieron a mirar, en ese mundo de vacío y de reflejo, ese ser, esa verdad, ese futuro ignorante.