domingo, 11 de noviembre de 2012

Y ahora el minucioso trabajo de deshumanizar cada concepto, cariños incluidos.

1 comentario:

Abraham dijo...

Pongo en práctica la dolorosa teoría de que toda idea, descrita ya por los significados supuestos en las palabras, asumidos como reales cuando no son sino otra convención más de la palabra, ya no nos pertenece. No es humana; y si lo es, tendríamos que replantearnos lo humano otra vez.
Desvincular la idea de su significado y vincularla al momento. Esa es la teoría, mal que me pese, que quiero dinamitar. Renunciando al mal, renunciando al querer, renunciando a la dinamita.