lunes, 31 de diciembre de 2012

Me hablas. Me haces. Me escuchas.

Tu presencia me hace mejor, persona.
Tu ausencia me hace mejor, persona.
Mientras la gente habla del tiempo.
Y tú escuchas las sombras de un hombre imposible.

1 comentario:

Manuel Marcos dijo...

Un saludo, Abraham, son unas reflexiones maravillosas, vaya mi hondo agradecimiento por la compañía diaria que me procuran.

Manuel Marcos