lunes, 25 de marzo de 2013

Días durante meses

Creo que apenas sabes nada de mí
y eso no tiene por qué cambiar esta noche,
en esta oscura llamada fuera de tiempo.
Me has oído tejer esta escala hacia el sol.
Presumo de jugar dados con el caos.
Yo, sí, y mi obediencia servil.
Qui si era ser sin cero pero los idio más
nunca se me dieron bien ni las cifras
(dígitos y vocales veía en colores de niño,
el zorro mi animal pero soñaba
con ser un águila y volar;
¿es eso suficiente?).
Cuando me vi en el espejo por primera vez
me sentí decepcionado: no era un apuesto cowboy;
pero luego siempre he pensado que aquella no pudo
ser la primera vez que me reconocía en el espejo.
Y ahora, maestro en ocultarme en tanto saber quién soy,
pero tú, si me vieses por la calle, no me reconocerías,
tú que habitas esta misma ciudad, este país,
esta misma humanidad intraplanetaria. Tú
a quien tanto debo en esta noche,
en esta fría llamada fuera de tiempo.

1 comentario:

Arya dijo...

Y dicen que la primavera trae cosas buenas...

Invisibles..
como en las noches
y hasta entre las palabras.