viernes, 29 de mayo de 2015

Decisión retórica

Pero construiremos una casa.
Habrá un cabello que cepillar y lo llamaremos siempre.
La crema sobre nuestras piernas
como si fuéramos las tostadas de algún objetivo
vital, ideal, comercial, sanitario, educativo, estético.
Reformar el color de la masilla entre baldosas del baño.
Al nuevo color lo llamaremos casa, y lo cepillaremos
como una melena que no es tenida en cuenta
por los medicamentos ni por la suciedad.

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