martes, 11 de junio de 2013

Tuvo que ser por milagro del oro
(mi abuelo antes de nacer nos encerró en una torre
si yo llegué a conocer a mi madre mujer hermosa
incluso a través de un velo de piedra).
Qué es el oro nadie lo comprende aún.
Después de nacer, mi abuelo hizo de
la torre un barco, de un ataúd un barco,
de un cofre hizo un barco como si el mar no
fuera un milagro. Mi padre es el oro
y fuimos pescados: un barco, un ataúd,
un cofre y una torre entre las redes.
Fui impedido, amilagrado, arrojado y pescado
hasta nacer para los hombres.
Eso te contamos, rey del lugar, que pronto
insistes en arrebatarme a mi madre,
mujer hermosa.

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