Me hablas. Me haces. Me escuchas.

Tu presencia me hace mejor, persona.
Tu ausencia me hace mejor, persona.
Mientras la gente habla del tiempo.
Y tú escuchas las sombras de un hombre imposible.

Perderte me destroza.
Y lo que sobreviva en esa destrucción
sin duda será mejor
que el miserable ser que te dejó marchar.

Dicen que se extinguió el país de la pérdida completa.

La gente saca a pasear a sus conceptos a la calle sólo para relacionarse. Así son los conceptos. Se huelen, se pelean, corren entusiastas. Demandan gratitud, orín intencionado, mierda coyuntural.

Alguien inventó la ausencia. La naturaleza carece de una originalidad y crueldad tan grande.

La ausencia carece de fantasma.

Como tu atención te me escurres. Como el mundo se desliza ante tu momento. Mientras tú sigues, ahí, ajena a las formas excepto ahora.

Demando atención. No sé hacer otra cosa salvo engañarme.

La obsesión, un tema más.

La analogía es más contundente que la verdad.

Paralizo la realidad con conceptos que me desvían del entusiasmo de encontrarte y el abismo sangrante de perderte.

Idea 1 sobre el Bien: no es bueno dejarme en mi mundo.

Hay quien se siente orgulloso de ser mera consecuencia.

Inmensa tortuga cósmica

Aquiles perdió la carrera;
pero al país inmenso de sus sueños
nunca, nunca lo seguirán sus pies ligeros,
ni mucho menos el subrayado meticuloso de la tortuga.
Quién respete a quién es cosa de
la razón o lo humano.

No sabes lo que dices

Oh, legado,
no puedo hacerte libre de traición alguna,
no puedo prometerte nada, siendo
las promesas también de tu pasado
opción de un enigma invalorable
pero sin duda conservaré tu título.

Lo que es no todo es siempre.

Algunas pérdidas inmortales.

Vuela pasajera la distancia.

A tu olvido le pediré credenciales.

Somos los perros leales de nuestro amo lenguaje. Igualmente andamos doblemente el camino y esperamos entusiastas su decisión.

Vivo por olvido improcedente.

He tirado el espacio por la borda. Las distancias se han hecho mar. El tiempo ha sido posterior al hundimiento.

Por fin entre la fantasía y la realidad hubo un simple paseo.

Enamorado de una frase le escribo sin número
cartas de amor en sueños la esgrimo con cuerpos
de mujer, rostros de mujer, idiomas de mujer.
Mañana y tarde es mi fe verla evitando
despedidas.

Harástodoposible vs. no sé qué me falta.

Cum panis & piscis

Concentración. Literalmente compartir el centro
(sea el centro compañía o instrumento).
El centro no se puede partir, ni compartir.
A pesar de variables geométricas, focos,
que nos distraerían, esencia de la concentración, del tema.

Yo no escribo. Enseño a leer.

Espontaneidad, divino tesoro

Creo en la pertinencia narrativa.
Una, trina y poderosa,
en su siempre oportuna ubicuidad;
y si no existiera, nuestra sería la obligación
de hacer que las cosas vengan a cuento.

Por un momento has creído que esto era un infierno.

Vivimos una hiperrealidad

Lo llaman gobierno
pero qué de él permite a uno
el gobierno de uno mismo.

Lo llaman educación
pero en qué medida ella os lleva a cada uno
al conocimiento de uno mismo.

Lo llaman sufrimiento
pero nada hay en todo ello
del sufrimiento de uno mismo.

El tiempo está en racha, punto.

Cinco variaciones sobre un tema cásico

_

PANDORA DE MOEBIUS

Por fuera todos los dones,
por dentro todos los males,
y por cremallera, la esperanza.
(sépase: prohibición, curiosidad, impaciencia y mujer)

_

PANDORA EN EL ESPEJO

Mirada obsesionada por la belleza.
Mirada obsesionada por la moral.
Lo que se pierde es la mujer.
Pero aún hay esperanza.

_

PANDORA COMO CAJA

Lo que surge es la humanidad por fuera.
Lo que surge es la humanidad por dentro.
Mujer de mirada al instante prohibido
cuando se vive el objeto como un regalo de Zeus.

_

PANDORA Y LA PÉRDIDA PERDIDA

Ser sin bien es lo que era.
Ser sin belleza es lo que era.
Ni deseo, ni instante, ni muer, ni esperanza,
así era lo imposible antes de la mirada.

_

PANDORA AMOR SECRETO

Oscura eternidad imposible.
Breve mirada impaciente.
Porque fuiste hecha
como llave de olvido.

_

¿Sabes por qué respeto tanto la sociedad?
No está ni esa, sino la, o lo social,
con su moral, su corruptela, sus discursos.
Porque me enamoré de tus ojos y sin ella
te habría aniquilado hace tiempo
porque ellos son míos. Y sin embargo
me mantengo aquí para que no se extinga tu mirada.
Y no sé si a ella le debo la sociedad, tu mirada o mi amor.
O todo sea, como el fuego y mi alma, una ilusión.

El sentimiento es Narciso
y su pura demanda de expectación
instante, por instante, por instante.
Pero por alguna razón, sólo se habla
del eco, aséptico y nada más.
No tiene sentido, cuando esta escisión
ha estado siempre cosida por un río.

Qué puede tener la Realidad de extraordinario
es algo que tu presencia me obliga a replantear
día tras día.

El significado es como un país
al que uno va a hacer turismo.
Si alguien piensa vivir en él
está expuesto a ser juzgado por la historia.

La negación de acceso es un asunto peliagudo.
¿O notas acaso el sentimiento fundamental,
brutal sí brutal, que empuja estas ideas?
No. Verdad. Yo. Tampoco.

Sacudida de lo real, ¿en qué lugar me dejas?

Trigonometría varia

Cuando un objeto se pierde
me enamora. Y me enamoro al instante
del objeto que encuentro en su lugar.

Aunque lo dicho, dicho está

Ser artista no es más
que atravesar la realidad
o ser atravesado por ella,
no sabría decirlo.

El ser humano es el único capaz
de mirar para otro lado,
gracias a Dios.

Ríanse del Cloroplasto

Políticos, poetas, sacerdotes, son los oficios
más antiguos del mundo; antes aún
que la molécula esclava fotosintética,
antes incluso que el calor y el sueño del magma
o que los rayos del sol, esos inmigrantes.

Te enamoraste del iceberg entero, muchacha.

De niño tenía. De joven deseaba. De mayor era. De viejo perdía. Pero a esta edad desconfío de mi manera de ordenar las cosas.

Sea el mundo la máscara con que vengo

a conquistarte; si eso es

lo que pide, abiertas

las ventanas, esta noche de amor.

Caverna abierta

Por supuesto, no se conoce la luz sino su sombra.
A lo cual, nada se sabe de la luz, porque se sabe
que la luz no puede producir en ningún caso
sombra de sí misma.
Por tanto, al esclavo iluminado, deslumbrado
por algo que es, a efectos suyos, un simplemente
no conocer,
sus compañeros esclavos lo matarían por hablarles
de la ignorancia.

Seres humanos, collage del paraíso, restos sobrantes de la vida real.

Lo dices y es un bosque.

Saben que la tarde sabe a café,
que el café guarda el sabor de la despedida.
Lo que va ser mi vida y tu recuerdo aún humeante.

Siempre que creemos elegir, alguien nos descubre una fe que nos obliga. Se necesita demanda.

La multiplicidad es un hecho.
La diferencia en la posibilidad de opción, otro.
Es una realidad de la que no pod
emos escapar a pesar de sí misma.

Voy de calle en calle convenciendo a la humanidad de que te ame en secreto. Si me ves, haz como que no me conoces.

No estoy seguro de querer saber de otras vidas.
Querer saber. Vivir seguro.
Y otros no estares que me atormentan.

Esta desesperación tan ocurrente.

Comprenderás que no puedo acompañarte en el silencio. Y si el silencio acompaña, poco será silencio.

Muchos te dirán esto mismo.
Muchos llevan diciéndolo o lo han dicho
durante décadas o decenas de siglos.
Algunos, muchos diría yo, van preparando
a legiones para que en el futuro digamos
exactamente esto mismo, y sus matices
vacíos de contenidos. Procura
ser uno de ellos solo de incógnito.

Las matemáticas renuncian al significado.
La poesía también. El resto todo
de los discursos son bastante más torpes,
hasta que me demuestren lo contrario.

Es evidente: las palabras
me traicionan. Yo
soy un tonto y un
cobarde y ellas me lanzan contigo hacia la eternidad.

Añoro tu precisa capacidad de no volver nunca.

Deberíamos plantearnos
cuánto de lo que nos gusta es pura nostalgia
pero a nuestras espalda.
Preocupaciones aparte; me alimento
de algunas otras obligaciones.

Un palacio de celos es el idioma.
Una ciudad de envidias es el lenguaje.
Donde todos los seres se aman,
sin saber, lo que ellos mismos significan.

La tabula rasa de la felicidad es agua mansa.
Donde millones de protozoos hacen sombras.
Atravesada de ondas la tensión superficial.
En una constante fuga de moléculas.

Te he sido fiel durante vidas,
las de hijos y nietos. He soportado
milenios de destinos antes de nuestros
padres, he fingido, por ti, ante miles de amantes,
entre miles, bajo miles, sobre miles.
He cocinado para ti. He matado para ti.
He sembrado. He tejido. He nombrado.
Me he dejado morir de historia lentamente.
He lavado mucho, mucho, he sentido
el placer machacando el vacío de mis huesos.
He soñado. He sido real. He cerrado
mis ojos al acercarte para el beso.

Las palabras caen por su propio peso, pero con otra gravedad.

Volcán, te tengo abandonado porque no sé lo que pisan mis suelos.

Me moría, memoria, me moría

Todos los juegos de palabras, de hecho,
están ya escritos (por mucho
que la gente piense que habla
en serio) lo nuevo es otro.

Admito que mi rabillo del ojo, mis parpadeos, y
mis descuidos, son mas inteligentes que el otro
99'9 % de mi vida.

Son mis conceptos cómplices, nada más.
Juegos con las mismas trampas que juega el universo.
Pudiera sonar grandilocuente, pero ellas
son así. Aunque os aseguro que son gente
cariñosa cuando se las trata en la intimidad.

Historia de las civilizaciones,
conflicto de lógicas para
satisfacer a la mujer
que es rosa de los vientos.

Andamio de ideas para que trabajen los sentimientos.
Castillo de papel habitado por el fuego.

No guardo
secretos, los hago pasear
de incógnito, por supuesto,
como le gusta a la gente.
Mi sinceridad, por ejemplo.

Algo falta

Son las puertas cerradas
las que llevan al deseo.
Una puerta abierta
es esbirro de la memoria
torpe, que teme dejar
de comprender que es una
puerta. Tilde. Punto.

El enunciado es circunstancial, señores.
El relato de los hechos es reflejo
de los hechos que rodean al relato
y no de los hechos que sus enunciados transparentan;
por no hablar del abismo de circunstancias
que condicionan –fragilidad cristalina–
que todo lector atento deduzca
de mis apresuradas explicaciones
que se acerca mi mujer y su sonrisa.

Lectura y escritura

Todo pensamiento es poderoso; todo acto, inútil.
Lectura y escritura, actos separados de su pensamiento,
generan a su vez nuevos pensamientos, nuevos actos.
Pensamiento, lectura y escritura son tan poderosos
como inútiles. La inutilidad es poderosa.
Lo leo. Lo pienso. Lo escribo.

Bacteria por bacteria,
este es un mundo de asesinos.
Aunque también hay ganado
que se alimenta del sol
e infesta los prados sin piedad.
Sólo el hombre viaja
sobre las piedras. De océanos
y gargantas poco se sabe.

Filigrana

La palabra es un muro
que se derrama en el oído
como un veneno de piedra.
Una vez dentro de ningún lugar
se atomiza en planetas,
florece en montañas,
late en fisuras y vacío.

Nadie recuerda la primera vez que vio. Ni se plantea sobre qué bases se levanta lo que ve. Y si se lo plantea, no sé qué espera para verme.

Lógicamente, se trata
del más agudo de los sentimientos.

La nitidez y su pasión desbordante

.

.

Era omnipresente pero sin alardear. Y eso
me encendía de celos, de odio y de nostalgia.
Conocerte fue un instante. Y otro. Y otro.

Trigonometría varia

La novela de mi
torpeza. Genialidad
de los detalles. La estructura
para el lector, para
el tiempo o para nadie.

Me prohíbo fingir que amo el suspense. Y vengo a verte para que me insinúes otras opciones.

Los instantes sin ti me acusan de algo. Fiesta sorpresa.



Sequía planetaria cuando te marchas.

La materia de Prometeo

Te castigaré a atender continuamente todo el discurso humano; por tu futura rebeldía.

Cuerpo hecho de caos y obediente a los dioses.

Insistes en lo que no tiene lugar.

Deshojabas mis ahoras para saber el amor de otro.

Cada letra es un paréntesis para el absurdo y un nuevo Atlas para el caos.

Sin piedad o a penas un poco

El hombre fuerte acarrea en su costumbre con las debilidades. Así el hombre valiente acarrea sus miedos. O el inconsciente arrastra su yo. (Obsérvese que el dolor y el placer se escapan de esta lógica)

Sin provecho cabalgo a lomos del deterioro. Y a donde vamos los dos, no es asunto suyo.

Soy sangre desterrada lejos de su corazón, en mi mayor parte. Soy pensamientos capturados y exiliados, en alguna parte total. Percepción ilusoria.

Némesis de la soledad. Alarde de independencia. Tiránica reina de la privacidad compartida.

In visibilis somni littera

Esa letra grabada en la piedra no es más que vacío. No es más que distancia. No más que bacterias y moléculas que flotan al abrigo tan solo de futura palabra.

Aquí no hay tregua ni en ese lugar tan loco.

La luz escala tardes por las paredes.

Toda acción conlleva competencia.

La ventilación es inherente a cualquier sistema, y eso no significa gran cosa.

Duele y amanece.

Demasiados caminos conducen a demasiados sitios.

A donde el estar nos lleva.

Me creo lo general. Ignoro los detalles.

La estructura de Scheherezade:

1º El odio como excusa para la transformación. La belleza de la mujer terrorífica.

2º Las transformaciones generadoras de sorpresas y humor. Tretas y ardides.

3º El humor y la sorpresa van generando amor. Lo maravilloso.

4º El amor lleva de la mano la sabiduría. La belleza de la mujer sabia.

Entre tantos objetos ya no sé cuáles son mis labios.

Un solo bajar de persianas.

Sólo la precisión es de justicia; el resto es propiedad del caos, por ambición y por derecho.

La obsesión anuncia sus certificados en subastas. Los especuladores se frotan. Las manos obedecen. Sospechas varias.

Sabe puede es lo confieso in continua mente.

Los miedos conocen todos los juegos.

Quien no se engaña a sí mismo no es digno de confianza.

Me precio de mi saber: no valgo más que el vacío sin nombre que tu querer me acrecienta.

Me derramo sin herida, me dicen mis ojos, mis oídos y mis labios, intuyo que mienten, y no sin razón.

Concierto para odio y orquesta.

Sorprendieron a los rumores en medio de la compraventa. Desde entonces los rumores corren y las monedas callan.

Siempre camino por el sendero, vivo en el piso, paso por el momento, habito en el cuerpo de al lado.

Experimento no voluntario.

En ti radica la soledad absoluta. Y el absoluto te acompaña. Hasta no ser nada. Nada y raíz no esperes sentido en tus palabras.

Erraba en tu piel pero te has puesto profundo.

Deshojabas a la mujer que se giraba para marcharse.

A la memoria le basta cualquier sentimiento; no tiene miramientos, ni escrúpulos ni sabe de fidelidades.

La disciplina ama el descuido y el verbo ser la viceversa.

Tus ojos arando versos en el aire van levantando rimas de amor.

De todas las genealogías posibles de este paisaje, atiende también los objetos y sus controversias.

Recibamos al cansancio como se merece.

Si dejas que el futuro duerma con nosotros.

Vivo. Vivo en el mundo. Vivo en el fin del mundo. Vivo en el último fin del mundo y otras sucesiones innecesarias.

Siempre y serpiente y ya sabes el resto del poema.

Hombros, hombres, nombres, sombras y asombros carecen de intención.

El final dejó a los asistentes con la boca abierta porque no volvieron a saber de los actores con certeza hasta el día de hoy.

He amanecido en un nuevo catálogo de dioses. Porque me acosté contigo, cultura. Que todo hay que decirlo.

El concepto de silencio es sólo una prueba de lo mucho que inventa el ser humano.

Todos los instantes se reivindican a cada instante. Y si uno faltara. Todos se abandonarían para reivindicar esa falta.

Ya nuestros muertos abonaron la tierra con sus sueños, y el aire con sus deseos.

Satisfacción, tan infiel, tan inconstante, tan falta de compromiso, aún no he encontrado otra como tú.

Todo objeto es además la tendencia de otra mirada.

Ciegos a las historias.

Me reservo algunas contundencias sobre la verdad.

De escarceos con el bien se tiñen los trapos, no siempre amorosos.

Cabizbajo. Para la sombra se erigen torres.

La vigilancia es cosa de inspiración.

Mandíbula de tiburón, podrías ser el tiempo, si no me vigilaras desde la vitrina de un erudito.

Excusas y más excusas para que las cortinas existan.

Me habló del veneno.

En qué momento no explota el olvido su máscara. En qué lugar no habita la fiesta.

Si esperas la épica de mis miserias, llegaste tarde.

La paranoia crece como la hierba. Hay quien la oye pasear descalza.

El viento a la deriva no busca sobrevivir. Pero su narcisismo también se hincha girando sobre sí mismo. Observa y suspira.

Tristeza proporcional.

Te pusiste tan sincero que no hay quien te entienda.

Para delirar que estás parado.

Nunca me dejan investigar el desánimo tranquilamente.

Dícese de un desplazamiento no tachado en su origen. El acto de tachar no es investigado.



Total, que el sexo nos separa. Hay que joderse.

El laurel significa que todo verso o victoria es obra de Apolo. Pero ya sabéis lo que opino, mortal, del significado.

Con la propia moneda de alguien te pago.

Ya estás con el drama. La comedia del autor es la tragedia del lector, inverso y viceversa, y lo sabes.

Nadie se ha tomado en serio el concepto musa. Por eso funciona tan bien.

Repetición, tuya es la culpa. Culpa, tuya es la repetición.

Me reiré si crees en mí.

Te veo. Estás sembrado.

Con lógica y precisión:

1- Yo dependo de mi estado de ánimo.
2- Mi estado de ánimo depende de ti.
3- Tú dependes de tu estado de ánimo.
4- Tu estado de ánimo depende de mí.
5- Eliminemos de la función el factor tiempo.
6- Eliminemos la percepción no inclusiva del objeto.
7- La relación causa-efecto la mantenemos
pero sin significación.
8- Cualquier elemento, tanto en ausencia
como en presencia.
9- Lo que se busca
es la esencia del movimiento.
10- Aporta tus observaciones.

He descubierto que mi escritura es la censura de mis actos. Eso ha de cambiar. A por ello, palabra.

Maldigo a los que sólo entregan lo automático.

El tiempo no es omnisciente.

Que la risa no es decisión nuestra ha de ser prueba de algo.

Detective enamorado de tu sonrisa criminal.
Severo juez mientras sonríes.
Abogado de tus labios y sus variantes.

Destilería de lo dicho, sueños de lo por decir.

Dicen que nuestros actos se escapan de lo olvidado en los sueños nuestros y de otros; pero yo no me lo creo. Voy a inventarme. Otra cosa.

Los que no inventan la realidad me desesperan.

Me estoy quedando solo.

Por espacio de una hora.

Te brindo mil excusas para sacarme a bailar o devorarme.

Los griegos que veían en los objetos un baile de dioses qué verían en nosotros.

Yo, esclavo insumiso de todo mi demás.

Ya está hecho.

Sueñas con una mujer, pero en forma de sueño: aunque despierto creas en las formas.

(In) siste y lo (con) seguirás.

Nada más fácil.

Escuchas la ovediencia.

Error, pero lo señalas.

Índice de índices, lápidas de lápidas. Los niños se detienen a jugar a los dados en la calzada romana.

El sentido te desvía de la realidad. Tú y yo, tan distintos como juntos, tomamos café cuando quieras.

Evidentemente es el cansancio de quien revisa las combinatorias.

Alguien se dedica al azar, no puede surgir espontáneamente.

Me persigues en este caos, donde soy tu estela perseguida por otro.

Me surge la duda, pero siempre gana el más rápido, también en morir. El que se entretiene en esta vida, pierde.

El toque de Scheherezade

"por tu cariño y como homenaje debido a la pasión del rey, os contaré este cuento, hermanita"... "en ese momento llegó la mañana y calló discretamente" porque los sueños no quieren abusar de nuestra paciencia.

Como un insecto dormita excepto sobre el soplo de un cálido viento. Dura un instante.

Hace mella en tus sueños ni el descuido ni el olvido.

Perfecciona la tarea del instante. Otros se encargarán del resto o de los restos.

Como nada sé de su naturaleza, ni idea de cuánto durará esta dedicatoria.

Concede por mi humildad cuanto no me pertenece.

El verdadero problema es que cada uno ve un orden.

Hasta que vi como otro aún más pobre recogía las palabras que yo desechaba.

No, te atreverás.

Afortunadamente nos movemos sobre la superficie de esta esfera.

Si aún no sabes el secreto, confía en el tiempo.

No sólo estás hecho de sospechas. No sólo está hecha de sorpresas.

Únicamente el material de nuestros deseos es limitado.

Nunca puedes leer dos veces la misma frase de Heráclito.

El detonador de tu ausencia.

El oído no se sabe dónde empieza y acaba en el yo.

Lo que dejaste inacabado en mis recuerdos. Lo que mis recuerdos dejaron inacabado de ti. O lo que ellos y tú me acabarán un día.

Nuestra postura actual escamoteada a la historia de la pintura.

Hoy la depresión celebra su triunfo. Invitados los demás al baile de máscaras.

Sinceridad disparada sólo para corazones blandos.

Delirios aparte, lo que eres explica tus recuerdos.

Uno no escoge sus sentimientos, ni los sentimientos lo escogieron a uno. Compañeros extraños en el carro de la pasión. Y sus invitados.

La esperanza de ser bien recibidos. O los cuatro conceptos del apocalipsis.

Hagamos traición al aburrimiento del Destino.

¿Quién conoció al destino para hacerlo un dios?

Realmente no puedo explicarme.

Abrelatas de opiniones prohibidas, excepto la esperanza.

La importancia disimula su parodia.

Una vez fui; más de una dejé de serlo.

Conquistada novedad, he de rendirme a tu evidencia.

De amistad común la imprudencia.

Delicatessen de ventana pensando en ti.

La honestidad suele levantarse temprano y abandonar la ciudad. Sólo vuelve para confundirnos con sus sueños.

Cada concepto tiene su momento y es este.

Persistencia, cualquier atrás soñado.

Sabes que lo que dices es impensable.

La noche de papel permanece con nada escrito.

Agradezco al detalle su dedicación.

Fuimos las simientes arrojadas, ese acto.

Y ahora el minucioso trabajo de deshumanizar cada concepto, cariños incluidos.

Por si o no pudiera, ya le enseñé a buscarte a la distancia.

Seriedad, seriedad en serie, seriedad. Ser y edad. Sed y reíd. Dad. Y.

El acto multiplica, la palabra divide. Aplíquese aquí mismo.

Las quejas de un yo menguante son cada vez menos.

¿Qué harán las dudas con el lugar?

Sólo la nada cumple con su función.

Fantasmas, les presento a un desconocido y sus sombras.

El último absoluto.

Rival de la eternidad

Resignarse y su fantasía.

Nada nuevo nace de la nada; pero algo negado ya es algo distinto.

Qué transforma tanto como una definición.

Uso horario del océano.

Empiezo a ser la mecánica de una libertad de la que ignoro su fin.

Tú entre las huellas.

Monstrum dixit.

Podemos decir que los significados no existen.

Este desierto hecho de evidencias.

Admiro tanto el respeto entre tus palabras como su falta de costumbre.

Hay más azar en mis decisiones que en universo mismo.

Esa parte de la naturaleza que no evita el vacío.

Sea lo que sea es un exceso.

Mientras escribía, no me daba cuenta de que esa historia me estaba escribiendo, y que ella creía más en mí.

Aún me sobrecoge verte aparecer amando.

Confieso que mi única intención en esta vida es hablar de ti sin que se note demasiado.

Pasaba algunas veces.

Me halagas cuando intentas convencerme de que esa historia de amor no es mía.

In illo pectore

IN ILLO PECTORE

Despierta ya; que todo el mundo está aquí,
incluidos tus sueños.

El instante al borde
del suicidio por ti pero no se lo permites.
Es tu vida la cumbre de su obediencia
y el deseo del instante por rozar tu piel,
sólo una sombra entre un lector y un poeta
en el filo de un cuchillo que no termina
de existir.

Celoso del saber de la mujer invisible.

Del 356 al 323 antes de
que existiera
una traca final.

Ciego por una visión. Muerto por un sentimiento. Resucitado los múltiples descuidos del silencio.

Los momentos adecuados se pelean por tus palabras.

Ausencia sin favoritismos.

Tus labios han recorrido cuántas veces
la distancia entre tus ojos y el recuerdo.

Tus obsesiones pasan de ti. Ellas y yo ni siquiera te tenemos en cuenta para pensarte.

Tenaza el érase una vez

Tenaza del yo y sus retorcidamente únicas
interpretaciones posibles. ¿No ves que no
quisiste decir eso cuando te nombraste?
Y si lo quisiste, qué: acaso no tuvo memoria
el amor, amor el olvido, olvido la princesa
que dibuja tus hermosos rostros
cada día de la más pura envidia.

Siempre he evitado romper las estadísticas.

Censura del buen gusto

Los detritos se confabulan
para ir a la luz, sobornan
incestuosamente a jugosos
frutos e hipócritas semillas.
En estructuras salvajes
de intrincada sociedad
y simiescamente irisadas
artesanías de culo
para ir a esta periferia
de la galaxia y no ser
tan asquerosamente el centro
del inmediato universo.

Los monstruos también leen. No sólo son leídos.

Nada tapan los párpados de la imaginación.

Igual que el latido justo antes de la lágrima.
Igual que el silencio que se sospecha después.

Lo posible es un hecho.
Todo hecho imposible.
Invisible deshecho
de otro ser insensible.

La sociedad nos rodea
y a los seres amados los llevamos
tan dentro de las entrañas que
algo no cuadra bien, señorita.

Pero hasta qué punto el yo está fuera
del ahora y me arrastra a mí mismo.

Ya estás haciendo de mí
otra de las tuyas.

La naturaleza de este yo fingido,
este tú impostado, este ello
inevitable y la posible presencia
de un plural inminente.

Debemos deducir
que la presencia del gato
no impide el baile.

Ascuas y rescoldos

Lo más hermoso de un objeto
son sus futuras ruinas.

Si me tiembla la mano
es porque en su conjunto
el universo se mueve.

Anexos

Más de una vez [grabado en este muro]
me abrigué en la bandera de mi [mano]
yo como si ello [diera al mar temprano]
fuera un bien o un placer [de acero duro]
cuyo derecho fuera mío [oscuro]
por nacimiento [igual que este gusano]
por nominación [siempre así el tirano]
o por dios sabe qué [se lo censuro]
sin pensar que ese yo pudiera ser
bucle del aire [celos de las brisas]
sobre las fibras [ácaro en tener]
luz o pigmento [datos sin cornisas]
lógica cultural [pero a saber]
cuando envidia del eco las sonrisas.

Esto has hecho de mí:
un nadie que habla.

Trabajo, pan y verbo

Si haces caso a los imposibles,
ni hablas para educar,
ni hablas para curar,
ni hablas para gobernar.
¡Menuda depresión
para los que no se divierten!

Está claro. Ya no puedo
escribir mejor, sólo
puedo ser mejor persona.
O inventarme otra ética.

Por un instante fui auténtico
y ahora no puedo soportar ser mi copia.

Moisés de mí mismo

A mi piedra en el riñón la llamo David. Aquiles a mi esguince. A mi cirrosis hepática la llamo Prometeo. Homero a la miopía casi de nacimiento. Tántalo o Saturno a los problemas rectales. A cualquier poda, pellejo, piel y uñas, Holofernes. Podéis ir deduciendo el tono cultural de mis miserias corporales.

Trato mis desventuras con desenfado
aunque mi desenfado no está a la altura
de mis pesares. Desamargura asimétrica
lo llaman, aunque nunca se lo oí
decir a nadie.

Estaba escrito en tu destino.
Siempre te levantas con el día
pero nunca te acuestas con la noche.

Gratias deo

Gracias, Mozart, por esa.
Absoluta falta.
De seriedad.

Por acústica sabemos

Por acústica sabemos que el sonido no existe, sino una colección de momentos. Y si el tiempo, otra ilusión, no es sino una explosión realmente caótica de caprichosas sincronías, concluyamos: que no sabemos qué mueve la música, qué es eso que se rompe en nuestro corazón, y ameniza nuestros dedos. Y digo que mi amor es una catedral de tiempo, es una ratonera de tiempo, y un temporal de tiempo. Así como se entonan tus suspiros.

Los planes del Hic et Nunc

Nunca me perdonaré no haber sido mejor,
haber hecho del barro mejor barro, del aire
un mejor instrumento con que entonar tus canciones.
Por mucho que me digan que el perdón no tiene tratos
con el siempre y el nunca, yo sé, se urden calcetines.

Sólo soy sombra de mí mismo. Lamento no ser más claro.

Deja que del instante se encarguen los profesionales.

Esa manía de no estar aquí cuando te echo de menos. Esa manía de aparecer cuando menos se te espera. Esa manía, en fin, de ser tú tan tuyamente.

Sácame a bailar

Que no solo tenga que cargar conmigo, sino también con el conocimiento de mí mismo; sabiendo que acabaré esta canción sin pena ni gloria, pues lo que recordarán de mí será una máscara o en el mejor de los casos una sombra. Todo este peso, en fin, con el que me ejercito en el baile contigo y con el instante.

Los sueños

Los sueños, si tuvieran espacio, camparían a sus anchas.
Si tuvieran tiempo, ovillarían la eternidad.
Si tuvieran palabra, universarían los idiomas.
Y nosotros con ellos.

Colgaba en el balcón los últimos rincones de sí.

Jugaremos un breve partido de tenis teniendo por red el infinito.



Todas esas ideas que hoy se me han escapado, a cuento de qué se me insinuaron por mi cabeza. Gigoló del olvido.

Modestia aparte

Perdonen que me ponga así; pero es que ya me tienen harto.

Cuando hablo, realmente pienso que nadie habla mejor que yo; y cuando observo, pienso que nadie observa realmente mejor que yo. Y, claro, puede que me equivoque; porque sepan que nadie se equivoca tan bien como yo. A modesto no me ganan ustedes ni nadie.

Porque soy en verdad humilde cada vez que me rindo a la evidencia de que, joder, realmente ese habla mejor que yo, y que ese observa realmente mejor que yo.

Por eso el sexo conmigo es tan fascinante. Ella acaba sintiendo que nadie hace el amor mejor que yo; y ella acaba sintiendo que yo pienso que, joder, realmente ella folla mejor que yo; y ambos acabamos sintiendo que nadie practica el sexo mejor que nosotros.

Y esto es lo único que merece la pena decirse sobe la humildad.

Marcha atrás

Hay que poner cada faceta de la realidad
a la altura del sexo; o viceversa.
O al menos aquellas partes
que merezcan la pena
en ambos casos.

Y esto es lo único que merece la pena decirse sobre el sexo.

Allí donde no hay huellas no hay gramática posible, ni persecución posible, ni son posibles tampoco las horas del reloj que añoran tus pasos.

Escucho contigo la ternura perfecta.

Le pido a la nada que te trate bien, como las cosas que recuerdo cuando te conocí te trataron.

Carnicero de versos malentendidos.

Sufro como un planeta que cayera hacia el sol y no acabara de hundirse. Oigo a mis sentimientos apasionarse como alegres seres vivos.

Desde la Luna ningún pájaro sabe salir de casa. Desde el centro de tu alma, qué lugar no acaba disparado hacia afuera. Incluso hoy.

El silencio, ese extraño idioma.

Palabra, si no quieres por amor ofender a quien te tiene encerrada, dime al menos con qué sueñas en secreto en tu corazón en tus prisiones.



Las estrellas al pasar señalan el vacío. Nosotros seguimos estudiando y nuestra página al pasar no sabemos lo que deja en ese espacio.

Oscuridad egoísta, avarienta de todos los colores, ni siquiera necesito uno para seguir adelante o donde sea.

He destruido todo lo destruible y aún sigues ahí y no sé lo que piensas.

El desierto es un camino muy ancho de puro transitado.

Le vimos caminar bajo el sol con la cabeza gacha. Obligado por la sed, miraba sus sombras. todos sabemos con qué soñaba.

Cualquiera de las ochenta y tantas mil palabras de este idioma son elogio a algo.

A un ciego con la libertad

Mientras la naturaleza te hierve la sangre, la cultura tapona tus oídos. Pero me guías como a un ciego con la libertad de tus labios.

Jamás creí en ti, esperanza, por más que nunca me abandones. Escuchas mis disculpas mientras me ves marcharme a otra parte, donde está mi amor.

Algunos ya conocen los secretos de nuestra historia de amor, aunque ellos no lo sepan ni yo tenga los medios para decírselo.

Cualquiera que se siente suspendido por el cieo.

Detrás de la promesa viene el sonido.

El fuego del atardecer se llevará el aire del desierto que tú y yo respiramos.Esta noche, las estrellas despedirán la arena que se marcha.

Subamos a acompañarlas.

Seamos desierto, despedida, noche y fuego.

La maravilla del acto cotidiano estropeada por nuestra ignorancia, desahuciada por el arrepentimiento, arrojada a la calle del perdón.

Siempre recordaré que fuiste distinto a mí.

No así en el amor

Estudio para aprender a estudiar. Vivo para aprender a vivir. Está claro cuál es la esencia y cuál el accidente.

El método de la pasión funciona sin verbo.

Racionalmente, digo

Escribo como escribo porque sé que vas a leerme.
Y escribo lo que escribo porque sé que no lo entenderás.
Si supiera que no vas a leerme, no escribiría como escribo.
Y si supiera que vas a entenderlo, no sé lo que haría.

Quiéreme, talón herido.

Tinglado clandestino

La miseria y la comodidad iban paseando
cogiditos de la mano. La envidia los vio.
La pereza los perseguía.

Hoy he tenido dos sueños a la vez.
Se mezclaban uno con otro y era absurdo.
Varios lugares en el mismo lugar.
Varios momentos en el mismo momento.
En uno te amaba profundamente
y en el otro también.

Arte moderno

Un objeto creado.
Un objeto interpretado.
Un objeto elegido.
Un objeto ausente.
El ser y el deseo.

Hambriento de certeza quien cree más en la verdad que en el hambre.

Física de mis suspiros. Matemática de mis actos. Música de mis sueños. Arquitectura de mi historia. Caligrafía de ti y de tus sombras.

Sólo pienso en ti en los maravillosos momentos en los que no te escribo.

Nosotros mismos

El instante se ha vuelto muy hábil
en resolver los problemas de ese instante.
Nosotros, torpemente, miramos más allá.

Sé del color y sé de tus ojos.

Leo sin abandonarte.

Dice la Belleza que el Instante ha vuelto.

No así la poesía

El verdadero poeta es un vacío y su maestro.

Mis paseos siempre fueron paralelos a los tuyos mientras nos lanzábamos disparos también de amor.

Juntos miramos la historia de nuestras huellas que nos separan.

Que tu mirada no sea un descanso eterno.

La destrucción entre paréntesis.

División por sistema

Existe el hombre y existe la mujer.
Tanto uno como el otro mira a la mujer.
La mujer se siente mirada por el hombre.
El hombre debe inventarse un ser que mira.
Eso justifica el delirio de este poema.

Existe lo real y existe la ficción.
Tanto uno como el otro mira la ficción.
La ficción se sabe mirada por lo real.
Lo real carece de saber en absoluto.
Eso parece justificar el sentido de este poema.

Existe el ser y existe el no ser.

Verdades como lápidas.
No se necesita más.

Los epitafios no guardan coherencia
entre sí, ni dentro ni fuera
de los muros de la ciudad de los muertos.

Última hora: la vida sigue.